Un paseo en bicicleta es bastante agradable. Sin embargo, a veces podemos experimentar dolencias o sensaciones en algunas partes del cuerpo por practicar frecuentemente esta actividad.
Una de esas sensaciones que podemos experimentar es una especie de adormecimiento en las manos. O desde el punto de vista médico se llama parestesia y se origina por la presión directa que hacemos en la mano al conducir la bicicleta ya que comprimimos el nervio y resulta ese entumecimiento o adormecimiento.
Por lo general, esta sensación empieza por el dedo meñique y se va extendiendo hasta los demás dedos e incluso puede abarcar toda la mano. Es bueno identificar qué puede causar esta molestia y qué se debe hacer para evitar que suceda con tanta frecuencia.
Causas y soluciones
El principal afectado en esta sensación es el nervio ulnar o también llamado cubital que es uno de los tres nervios principales del brazo. Está formado por un número significativo de células nerviosas. Empieza en el hombro, pasa por el cuello, por todo el brazo, la palma de la mano y llega hasta los dedos.
La sensación ocurre cuando se presionan las manos por un período prolongado de tiempo. A veces el nervio ulnar también se ve afectado por una fractura o dislocación del codo, por usar el codo de forma repetitiva como cuando se fuma cigarrillo o se conduce bicicleta.
Por fortuna no es una dolencia muy grave solo una sensación que a veces resulta molesta y por fortuna desaparece si hacemos algunos cambios pertinentes en la bicicleta. Casi siempre los cambios deben hacerse a la altura del sillín, en las manetas del freno o en el manillar. Después de descubrir dónde hay que hacer el cambio, todo fluirá mejor.
Partes principales a revisar a la hora de evitar que se duerman las manos:
- En cuanto al sillín, tienes que fijarte que no lo tengas muy atrás. Esta postura hace que cargues todo el peso en el manillar y en consecuencia en las manos y en las muñecas y ahí puede producirse una parestesia. Si este es el caso, solo debes colocarlo en la posición correcta.
- Asimismo debes verificar cuán inclinado está el sillín. Por lo general se usa de forma recta. En el caso de que lo llevemos con la punta hacia abajo, hacia adelante, ejercemos más presión en las manos y se te empezarán a dormir las manos.
- En relación al manillar, mientras más alto esté, tendrás más relajación al conducir la bicicleta. Se sugiere que el manillar se encuentre a la misma altura o de dos a tres centímetros menos. De esta forma podrás salir en tu bicicleta, estarás relajado y no sobrecargarás con presión a los brazos y manos.
- Otra parte a la que debes prestar atención son las manetas del freno. Es idóneo que vayan en línea recta con la mano. También tienes que evitar colocarlas muy hacia arriba para que no hagas presión en la palma de la mano.
Como ves, siempre hay que prestar atención a muchos detalles cuando conduces una bicicleta. La idea es que disfrutes tu paseo o tu recorrido al trabajo o a cualquier otro lugar sin tener que preocuparte por alguna molesta sensación. Así que a revisar el sillín, el manillar o las manetas del freno.
En caso de que revises todas partes de la bicicleta y todo esté marchando en orden, pues sigue revisando otras partes e incluso accesorios hasta descubrir que es lo que te origina ese adormecimiento en las manos. Una vez ubicado el problema, podrás solucionarlo depende de qué se trate.
Accesorios de la bicicleta que también pueden causar entumecimiento en las manos:
- Uno de los accesorios que puedes revisar son las empuñaduras. Es preferible que sean de goma espuma o de gel. Estas deben ser adecuadas al tamaño de la mano, ni muy grandes ni muy pequeñas. Asimismo puedes considerar el uso de las empuñaduras que son ergonómicas ya que puedes meterlas por la palma.
- Otro detalle es la presión de las ruedas. Debes disminuir los bares en caso de que haya mucha presión. De esta forma, evitas que las ruedes vibren y que reboten mucho por tener exceso de aire. La idea es identificar qué es lo que está causando ese entumecimiento en las manos.
- Y como no hay que descartar nada, también puedes probar a cambiar los guantes. Algunos tienen una parte que desliza, otros poseen una parte de gel o acolchada. Todo esto puede evitar que se te duerman las manos.
- También hay que fijarse en el modelo de sillín que tenga la bicicleta. Pues existen diversos modelos con diferentes curvaturas y longitudes lo que permite que se ajusten a los distintos ciclistas y formas de montar en la bicicleta.
- No hay que descuidar la amortiguación. Cuando conduces, es crucial que las manos no reciban impactos. Todos los terrenos no son iguales y unos presentarán más desniveles y puede que necesites más o menor amortiguación.
- Asimismo debes cuidar los tirantes de la camiseta. Si usas unos tirantes muy ajustados, quizá estés ejerciendo mucha presión sobre el hombro. Aunque no lo creas eso puede causar que se te duerman las manos al conducir las bicicletas.
- Otro accesorio que debes considerar son los acoples. Esas extensiones que pueden ser de aluminio o de carbono que ofrecen una postura más aerodinámica y un aumento de velocidad, sin deteriorar mucho la bicicleta. Tienes que revisar el uso de los acoples y ajustarlos cuando sea necesario.
Como pudimos constatar, el adormecimiento de las manos es un hecho que sucede más de lo que uno cree. No hay que pensar que solo nos sucede a nosotros o a un grupo exclusivo de usuarios de la bicicleta.
Se deben tener en cuenta muchos aspectos a la hora de evaluar qué es lo puede estar causando el adormecimiento de las manos o parestesia. Hay que determinar qué es lo que está causando presión en el nervio ulnar o cubital cuando se colocan las manos en el manillar.
Es posible que haya que hacer algunos ajustes en algunas de las partes principales como el sillín, el manillar o las manetas del freno. Y si después de revisarlas aún se duermen las manos por el uso de la bicicleta, hay que seguir descartando y llegar hasta los accesorios.
Es posible que un determinado modelo de guante no sea el que más le conviene al tamaño de tu mano. También puede darse el caso de que un acople no es el que debas usar en tu bicicleta. La idea es explorar hasta llegar a descubrir cuál es la razón.
Asimismo hay que revisar cómo te estás sentando en tu bicicleta y si tienes la debida amortiguación cuando pasas por algún terreno algo accidentado.
Es posible que con tan solo levantar un poco las manos y estirarlas, se te quite esa fastidiosa sensación u hormigueo. Es muy probable que después de liberar esa presión, las manos recuperen la normalidad.
En caso de que ya sientas mucha molestia y por tiempo prolongado, es recomendable acudir al médico. Seguramente te dará unas indicaciones más específicas según sea el caso. Entre las recomendaciones podrían estar: abstenerte de usar la bicicleta por un tiempo prudencial, darte baños de agua muy fría y muy caliente o quizá te recete algunos antiinflamatorios.
En cualquiera de los dos casos, debes oír lo que tus manos te están diciendo para que tomes las medidas necesarias. Siempre es bueno eliminar el problema de raíz de modo que no volvamos a sentir que nuestras manos deciden dormir antes que el resto del cuerpo.