Aunque frecuentemente pasan desapercibidas a causa de los gestos de alegría o dolor que muestran en su rostro, las piernas de los ciclistas son el motor de ese deporte. Las propias prendas utilizadas pueden causar que nadie les preste atención, pero están ahí y existen diversos tipos.
Mientras que algunos ciclistas poseen piernas bastante musculosas, otros tienen piernas más delgadas, porque las piernas de los ciclistas están conformadas por distintos tipos de fibras musculares. Es decir, algunos cuentan con más fibras musculares de contracción lenta, y otros tienen más fibras musculares de contracción rápida.
Conviene destacar que las fibras musculares de contracción rápida son las más indicadas para los ciclistas que participan en carreras cortas de alta intensidad, y las fibras musculares de contracción lenta favorecen a los competidores que participan en carreras de resistencia.
¿Cómo son las piernas de los ciclistas normalmente?
De gallina o de principiante
Comenzamos con el grupo denominado también “sin definir”, siendo el más difícil porque es el más grande, donde es posible encontrar de todo. Como su nombre indica, son aquellas extremidades inferiores poco demarcadas, normalmente halladas en las personas que llevan poco tiempo practicando ciclismo o no lo hacen de modo habitual.
Referente a cómo se ven las extremidades inferiores de los ciclistas, es fácil reconocerlas: al mirarlas con el maillot corto parecen cualquier tipo de piernas, menos fibradas o musculadas: las hay muy finas, como los muslos de un pollo, con o sin pelos, con sobrepeso, entre otras.

Como mencionamos previamente, en este grupo entran todo tipo de piernas.
Ciclista top
Generalmente, se trata de piernas bastante definidas que permiten distinguir claramente cada gemelo, músculos y, sobre todo, los cuádriceps.


Adicionalmente, están excelentemente depiladas y el moreno se quiebra justamente donde empieza el calcetín y culmina el culotte. No está de más estar al pendiente con este tipo de piernas, porque pueden significar un enorme esfuerzo físico para quienes pretendan tenerlas.
Peludas
Hasta hace poco tiempo, se creía como norma común que si a una persona le gustaba el ciclismo (bien fuese de carretera o MTB) y se sentía ciclista, debía estar depilado: no podían tener “ni un pelo de tontas”.
Esta creencia está tan fuertemente arraigada, que el solo hecho de afeitar las piernas, podía hacer que “mágicamente”, las piernas salieran del primer grupo (principiante) a casi el segundo grupo (top o fino), sin tener que entrenar.
Repetimos: esto fue hasta hace poco tiempo, porque apareció Peter Sagan y agitó el ciclismo con sus piernas peludas. Carismático y magnífico, Sagan es uno de los ciclistas más potentes de nuestros tiempos, y sus piernas tienen pelos.
De acero
Pueden ser las más espectaculares, pero son las más raras de encontrar en los ciclistas. Por principio, en el ciclismo domina la eficiencia sobre la bicicleta, razón por la cual se intenta estar fuerte y a la vez delgado.
No obstante, algunos especialistas sprinter y los ciclistas de pista sí tienen unas piernas altamente musculosas, de esas que ponen en riesgo a ciertos culottes. Basados en esta afirmación, te contamos que, entre las piernas más geniales del ciclismo, se encuentran las del alemán Robert Forstemann.

¿Cómo quedan las extremidades inferiores de los ciclistas después del entrenamiento?
Poca grasa
La grasa corporal es un motivo muy obvio por el cual las piernas no parecen tan venosas: el hombre activo promedio puede poseer aproximadamente un 20 % de grasa corporal, mientras que las mujeres pueden alcanzar un 25 % de la misma. Los ciclistas profesionales del Tour de Francia solo llegan hasta un 6 %: ninguna grasa visible cubre sus venas.
Sin embargo, existen muchas personas delgadas y sus piernas no demuestran este aspecto, por lo que se debe profundizar más.
Riego sanguíneo sobrealimentado
En lo relativo a qué le hace la bicicleta a las piernas, el sistema vascular es una de las causas fundamentales de las piernas venosas, en caso de que desees tenerlas de esta manera. Es tan importante como la delgadez, y el entrenamiento extenuante al que son sometidos los ciclistas de élite, coloca a prueba su sistema vascular.
Ellos deben llevar mucha sangre oxigenada a los músculos de las piernas y también extraer la sangre desoxigenada hasta el corazón y los pulmones, por lo que las arterias y las venas tienen que incrementar su diámetro para poder lograrlo. Además, perfeccionan su dilatación, extendiéndose cuando están bajo presión.
Alto volumen sanguíneo
En cuanto a los miembros inferiores de un ciclista hombre, un ciclista de resistencia de categoría mundial puede reunir de 7 a 8 litros de sangre y hasta 150 ml por kilo, o un 15 % de la masa corporal.
De lo contrario, una persona no entrenada posee aproximadamente 5 litros de sangre, equivalente a 50-75 ml por kilo, entre un 5-7 % de la masa corporal. En efecto, esas venas abultadas se colman con el doble de sangre que una persona promedio.
Por ende, un sistema vascular bien entrenado no basta por sí solo para producir un aspecto venoso, pues tiene que existir una cantidad de sangre suficiente para llenarlo.
Filtración
Al hacer ejercicio, la presión sanguínea se incrementa, pudiendo forzar el ingreso de líquido plasmático en las zonas que rodean los músculos. Esto es conocido como “filtración”, lo que provoca el endurecimiento y la hinchazón del músculo.
Dicho proceso también empuja las venas aún más cerca de la superficie de la piel, y todavía queda el factor genético, pues algunos ciclistas están más predispuestos genéticamente a tener piernas muy venosas.