Los frenos no son una excepción, son el elemento de mayor seguridad de la bicicleta. Cuando tienes una bicicleta, y los frenos bien sean mecánicos o hidráulicos presentan problemas, es necesario cambiar las pastillas de freno. Los frenos son una pieza fundamental que debe ser revisada y en caso de ser necesario cambiada.
La tarea de cambiar las pastillas de freno de una bicicleta es bastante sencilla, tanto así que es de las más usuales y se puede llevar a cabo desde la comodidad del hogar. Estos, harán que los pistones cumplan de forma correcta su trabajo, el disco no se gaste y las pastillas estén perfectas.
¿Cómo saber cuándo tu bici necesita un cambio de pastillas de freno?
Las pastillas son el componente que se deteriora o desgasta con mayor facilidad. Para saber que estas ya necesitan un cambio solo hace falta mirar si los pistones están salidos, que el tacto de la maneta sea irregular, o lo más común que esté produciendo mucho ruido al momento de utilizarlos.
Si tus frenos no responden tan bien como al inicio, si hacen un ruido anormal o fuerte al frenar, o cuando pierden un poco de mordida es porque ya las pastillas se encuentran desgastadas y necesitan un cambio.
Quizás es hora de comprar unos nuevos. Recuerda que en FullCiclismo tenemos una guía con las mejores pastillas de freno del mercado.
Es importante mencionar que el aceite y en sí la grasa son enemigos de las pastillas de freno y un error muy frecuente es que al engrasar la bici no notamos que contaminamos la almohadilla de las pastillas y esto hace que pierda su función siendo menos eficiente.
Herramientas que necesitas para cambiar las pastillas de freno
- Alicates y herramientas similares
- Desengrasante
- Trapo, paño o papel absorbente
- Guantes
Pasos para poder cambiar las pastillas de freno y no morir en el intento:
Es importante cambiar las pastillas de freno periódicamente para que la bicicleta no sufra deterioros más allá y para que puedas frenar cómodamente, con seguridad al momento de hacerlo.
1 – Quita la rueda:
Inicialmente, coloca la bicicleta con las ruedas hacia arriba y el sillín tocando el piso, y quita la rueda cuidadosamente. Esto lo harás para alcanzar una posición cómoda en la que puedas visualizar bien la bici y lo que vas a ejecutar.
2 – Desmonta la pastilla:
Utiliza una llave para aflojar el pasador de la pastilla, una vez el pasador esté retirado, extrae las pastillas de su alojamiento. Para ello utiliza un alicate de punta plana, haz presión en el pasador de seguridad y quítalo. Regularmente la mayoría de las pastillas tienen un pasador de repuesto así que no te preocupes si este se rompe.
Los pasadores hacen que las pastillas se mantengan en la pinza de freno, aunque también las hay con tornillos que se pueden desajustar con una llave allen, debes verificar cual es el caso de tu bicicleta.
Luego de retirado el pasador, empuja las pastillas para que estas salgan fácilmente.
3 – Coloca las nuevas:
Una vez extraídas, comprueba el estado en el que se encuentran y su pueden ser rescatables para darle más uso o si por el contrario necesitas de unas nuevas (las cuales ya debes tener a la mano) de ser así, prepara la pieza para colocar los pistones nuevos. Esto implica lubricarlos con grasa especial de pistones de frenos
Posteriormente coloca las pastillas con alguna herramienta como un destornillador grande para así dejarlas en su sitio. En este paso, evita tocar la zona interna de las pastillas con los dedos para no contaminarlas.
4 – Limpia las piezas:
Luego, limpia el excedente de grasa que queda dentro de la pieza para evitar contaminar las pastillas nuevas y que su uso pueda ser el mejor al no encontrarse engrasadas.
Aprovecha, igualmente para limpiar el disco con desengrasante y secarlo con un trapo o papel absorbente, ten especial cuidado cuando las pastillas aun no están en la pinza debido a que, no debes apretar la maneta de freno porque se podría producir una avería y se perdería el aceite del circuito de freno.
5 – No te olvides del pasador:
Coloca el pasador para asegurarlas, esto hazlo sin ejercer mucha presión o fuerza
Posteriormente abre la parte externa con un alicate, esto para evitar que se salgan tanto el pasador como las pastillas.
6 – Pon de nuevo la rueda:
Finalmente, coloca la rueda y comprueba que el disco no esté rozando las pastillas. Para esto coloca la bicicleta en el suelo para que su mismo peso ayude a la rueda a alojarse de forma correcta y ya luego poder girarla para comprobar que se mueva de forma adecuada.
Es importante recalcar que, al ajustar unas pastillas de frenos nuevas, estas no frenan con su máximo potencial hasta que tengan un poco de uso, es decir, hasta que hayas usado tu bici y hayas frenado por lo menos una docena de veces, eso sí, frenados suaves pero que permiten que la pastilla se ajuste un poco y ya pueda funcionar al máximo.
¿Qué hacer cuando el ajuste no es perfecto?
Es importante saber que debe entrar luz en cada lado del disco, así sea poca pero debe ser por ambos lados. Si se escucha que hay un roce quiere decir que el ajuste no fue perfecto pero, hay una manera de lograr posicionar la pastilla.
Para ellos, puedes aflojar los dos tornillos que retienen la pinza, apretar un poco el freno y también apretar los tornillos. Posteriormente gira de nuevo la rueda y ya no debería producir ningún ruido, si de nuevo llegara a pasar esto ya se debe buscar otro macroajuste debido a que al momento de frenar no tendría que generarse incomodidad ni ruido.