Muchos estudios han revelado que realizar actividad física en el embarazo es beneficioso para la madre y el bebé. Montar en bici en el embarazo disminuye la posibilidad de sufrir complicaciones y enfermedades, aminora la duración del parto y mejora el desarrollo neuromotor del bebé.
Por fortuna, existen diversos ejercicios ligeros o moderados que se pueden hacer, siempre que el médico lo autorice. Aún muchas mujeres se preguntan si montar bicicleta en el embarazo es malo, pero el ciclismo es una de las actividades más aconsejadas en esta fase. No obstante, cuando se habla de ejercicio para las mujeres embarazadas, cada mujer es distinta.
En caso de que el médico determine que se puede montar en bici en el embarazo, se debe tener presente cuándo y de qué manera hacerlo. Frecuentemente, el ciclismo es recomendado como una actividad viable hasta llegar al quinto o sexto mes de embarazo.
Transcurrido este tiempo, el volumen del vientre influye en el equilibrio de la mujer, razón por la cual como precaución y para prevenir accidentes, se sugiere reemplazarlo por otro ejercicio que implique menos peligro. Como siempre, la mujer embarazada no debe realizar ningún ejercicio sin antes consultar a su médico de confianza.
¿Es malo montar en bici en el embarazo?
La mujer embarazada no debe sentir presión para abandonar la bicicleta. Después del consejo médico, ella debe decidir, atendiendo las señales transmitidas por su cuerpo. Cada mujer, cada embarazo y cada etapa de gestación es distinta, por lo que nuestras sugerencias nunca deben reemplazar los consejos de un profesional (ginecólogo, médico de familia u obstetra).
Por lo tanto, cada embarazada debe consultar a sus médicos de confianza (familia y especialista) para que evalúen su caso y chequeen si puede aparecer alguna contraindicación médica y/u obstétrica, para hacerle la recomendación correspondiente. Tras la evaluación y recomendación médica, la mujer debe escuchar a su cuerpo.
Combinando los consejos del médico con nuestras precauciones y sugerencias, pasear en bicicleta en el primer trimestre de embarazo es una excelente actividad. No solamente contribuye a impedir el aumento de peso, pues también contribuye a tonificar los músculos de las piernas.
Asimismo, este tipo de actividad es muy buena para que la mujer pueda distraerse y relajarse.
¿La bicicleta y el embarazo son compatibles? Algunos consejos útiles
Como mencionamos previamente, con previa autorización médica y si no hay ninguna complicación que pueda agravarse con el uso de la bicicleta, puede ser utilizada tranquilamente en el embarazo. Igualmente, se deben tomar algunas precauciones como las siguientes:
- Consumir abundantes líquidos para así evitar la deshidratación.
- Interrumpe el ciclismo si presentas contracciones, debilidad muscular, dificultad o esfuerzo para respirar antes del ejercicio, disminución del movimiento fetal, dolor abdominal, de cabeza o en las pantorrillas (o hinchazón en las mismas), hemorragia vaginal, mareos, molestias en el pecho, pérdida de líquido por la vagina y visión borrosa.
- Con respecto a si puedo hacer bicicleta fija si estoy embarazada, debes vigilar que la temperatura de tu lugar no esté muy alta: procurar una ventilación adecuada y usa ropa ligera de algodón, que favorezca la transpiración. No montes bici en las horas de mayor calor, viste prendas cómodas, poco ajustadas y fabricadas con fibras naturales.
- No te fatigues, pues los tiempos de recuperación se extienden más de lo normal y una acumulación desmedida de ácido láctico (sustancia tóxica segregada por el músculo cuando es sometido a esfuerzos), puede ser perjudicial para el niño.
Otras precauciones a tener en cuenta
Cuando se trata de un embarazo normal sin complicaciones, los consejos son:
- Practicar ciclismo en forma moderada (un ritmo donde respires rápido, pero puedas sostener una conversación). Si sientes alguna incomodidad o molestia, detente y consulta a tu médico.
- Si vas por la carretera, no lo hagas cuando el asfalto esté deslizante y húmedo o en los días de lluvia. Preferiblemente, pedalea en casa.
- En el caso del ciclismo de montaña, conviene extremar tus precauciones, porque la posibilidad de caída es mayor que en la carretera. Evita riesgos innecesarios, ve por los caminos de poca dificultad, cámbiate a la carretera o mejor haz ciclismo indoor.
¿Cómo adaptar la bicicleta en esta fase de la vida?
Por cuestiones de comodidad, es lógico que, con el transcurso de las semanas, te toque adaptar y coordinar la postura a través de una potencia más corta y elevada. Cabe mencionar que, algunas potencias de bicicletas se pueden poner al contrario para así poder subir el manillar.
En caso de que tu potencia no tenga esta opción o si la tienes con el ángulo positivo, no te va a funcionar. Por esta razón, lo conveniente es buscar otra bicicleta que sí favorezca tu actividad y no represente riesgo alguno para ti.
Cuando adoptas una posición más erguida, recargas más peso en el sillín y necesitarás uno de mayor anchura, para gozar de un mayor apoyo y comodidad. Adicionalmente, puedes bajar el sillín unos pocos milímetros, esto te permite ir más segura. Tu centro de gravedad cambiará con el paso de las semanas.
Visto de esta forma, si bajas el sillín, ganarás más estabilidad en el balanceo del pedaleo y podrás tener los pies más cerca del suelo, para poder apoyarte de un mejor modo.
Contraindicaciones
En el quinto o sexto mes de embarazo, se desaconseja totalmente ir en bicicleta, porque el volumen de la barriga comienza a ser considerable y causa mucha incomodidad, pudiendo desequilibrarse con más facilidad. Ante este escenario, es más fácil caerse de la bici.
Aparte de esto, existen otros motivos por los cuales conviene prescindir de esta actividad (de paseo o estática): si tienes dificultades de circulación en las manos (síndrome del túnel carpiano) o hemorroides. Si tus manos se entumecen, esto puede suceder por causa de la posición forzada por tiempo prolongado en el manillar, produciendo una compresión nerviosa.
Debido a tal compresión, aparece una sensación de dolor u hormigueo, que puede ser prevenida con una postura correcta de la espalda sin apretar el manillar. Esto tiende a ser más simple que la bicicleta estática.
Si hablamos de las hemorroides, pasear en bicicleta no las provoca. Pero si este malestar aparece en el embarazo, el sillín puede incrementar el dolor: al apoyar la zona del ano y del periné, el roce empeora las hemorroides y las várices de la vulva (si las hay).
Para finalizar, es esencial mencionar que la práctica de spinning no puede ser llevada a cabo durante la etapa de gravidez, por culpa de los cambios bruscos de ritmo y la intensidad que se tiene al hacerlo. Lo más conveniente para una mujer embarazada es hacer ejercicios con impacto leve a moderado.